Los baños turcos son una instalación clave en nuestros Centros Wellness. Espacios deportivos, balnearios, hoteles y spas siempre recurren a asignar un espacio para un baño de vapor debido a sus múltiples beneficios. Su origen data de la época romana dónde utilizaban estos lugares como puntos de encuentro en pueblos y ciudades.
La realidad es que los baños de vapor nos cuidan por dentro y por fuera, por sus beneficios tanto físicos como mentales. Todos somos conscientes de la relajación que experimenta nuestro cuerpo y mente al pasar por uno de ellos pero hay otros puntos positivos que a simple vista no apreciamos y son claves en nuestra salud como, por ejemplo, un aumento de la capacidad de intercambio de oxígeno dentro de nuestro aparato respiratorio. El vapor crea una neblina que humedece las vías respiratorias y ayuda en afecciones como la tos, bronquitis o los resfriados.
También está científicamente demostrado sus beneficios cutáneos; El vapor realiza una limpieza profunda tras la dilatación de los poros, y una alta eliminación de toxinas con el sudor. Gracias a una mayor oxigenación conseguimos también un retraso en el envejecimiento de nuestra piel.
Podríamos numerar más aspectos positivos de los baños de vapor pero está claro que colocar un baño turco en nuestro Centro Wellnes siempre será excelente opción ya que nuestros usuarios disfrutaran de una experiencia relajante y múltiples beneficios físicos.