Las piscinas de acero cada vez están más de moda. Su diseño característico sigue las tendencias más actuales debido a su estética industrial, elegante e infinita. Estas piscinas pueden realizarse de dos maneras; o bien montando toda la pieza en fábrica o soldando una vez colocada. Su principal característica, el acero inoxidable, es lo que las hace tan atractivas y llamativas. Si estás pensando en adquirir una instalación de este tipo te dejamos algunos tips que debes conocer:
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Longevidad: El hecho de que estén realizadas en acero inoxidable, hace que tengan una larga durabilidad. El acero es un material extremadamente resistente y puede durar de por vida.
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Peso reducido: Este tipo de piscinas pesan un 30% menos. Su material soldado es ligero y una buena solución para localizaciones que requieran de peso reducido como azoteas y terrazas. En comparación con una piscina de obra, su porcentaje de peso es mucho menor.
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Elevada resistencia a la corrosión y fácil mantenimiento: Al ser de un material tan poderoso, no necesitan mucho mantenimiento. Su limpieza y mantenimiento es más fácil que las piscinas de obras, ya que puede realizarse con menos productos químicos y es más accesible a huecos y esquinas.
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Extremadamente suaves: Su suavidad es uno de sus grandes atractivos, ya que es muy agradable al tacto. Todas ellas llevan material antideslizante para evitar resbalones indeseados.
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Sin fugas: Al ser un material que va ensamblado es muy difícil que se generen fugas ya que tienen una perfecta estanqueidad.
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Ecológicas: El acero inoxidable es un material respetuoso con el medio ambiente y 100% reciclable.
Antes de realizar un proyecto tan técnico como es la instalación de una de estas piscinas, te recomendamos que contactes con nosotros, que te asesoraremos sin compromiso sobre el tipo de piscina idónea para el espacio dónde quieres colocarla.