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Esta cama térmica por infrarrojos, termoformada en PET transparente, incluye cinco proyectores de infrarrojos temporizados y apoyo ergonómico. Los resultados se ven y se sienten desde la primera vez.
La terapia infrarroja es un descubrimiento de hace ya varias décadas que los orientales se han cuidado de conservar y extender en el mundo. Básicamente la terapia infrarroja consiste en aprovechar la energía de la luz infrarroja en el cuerpo, con el objetivo de estimular el organismo.
La terapia infrarroja es muy popular cuando se trata de desintoxicar el cuerpo. El organismo de cada uno produce ácidos lácticos y ácidos grasos libres por el consumo de alimentos procesados y se ha encontrado que los rayos ayudan a la pérdida de grasa y toxinas.
Asimismo, esta terapia es efectiva para combatir la fatiga crónica, la retención de líquidos, así como la eliminación de metales pesados, venenosos y materiales cancerígenos de nuestro cuerpo.
Cuando se trata de mejorar la piel las personas recurren a la terapia infrarroja ya que esta por su efecto desintoxicante ayuda a limpiar el hígado y los riñones, también elimina el exceso de piel muerta y le entrega mayores beneficios a la dermis, claro está sin contar con la producción de colágeno que se estimula en cada procedimiento.
El calor infrarrojo, dada su onda corta, penetra por la primera capa subcutánea y calienta directamente la zona muscular, articulaciones y huesos. Produce así mismo un calor homogéneo que relaja notablemente las tensiones musculares y dolores lumbares. Tras un uso prolongado de esta termoterapia superficial, se han detectado mejorías en cuanto a reumatismos crónicos así como notables mejorías en caso de osteoporosis.